Como comentamos en una entrada reciente, en nuestras vacaciones por Galicia, quisimos que Martín conociera la Isla de la Toja de una forma especial.
Jorge y yo ya conocíamos la zona de un viaje anterior, pero este fue un viaje totalmente distinto.
Alquilamos una bici-paseo para los tres y nos pareció un medio de transporte súper divertido.
El servicio de alquiler es una empresa que se encuentra junto al centro comercial Aldea. Nosotros la alquilamos por una hora, tiempo suficiente para rodear la isla e ir parando a hacer alguna foto. La bici era de dos plazas y un espacio delantero, donde iba Martín y las mochilas.
La Isla de la Toja se encuentra en pleno corazón de las Rías Baixas, y es conocida ya en la época del Antiguo Imperio Romano por las propiedades curativas de sus aguas termales. Cuenta con dos balnearios de aguas mineromedicinales, el Gran Hotel la Toja y el Hotel Isla de la Toja. También, cuenta con un balneario que utiliza el agua de mar para ofrecer sus tratamientos en el Hotel Louxo la Toja.
Además de ver la zona de los balnearios, y la tienda museo, con la bici recorrimos los rincones más emblemáticos, como la famosa “Capilla de Conchas”, el pequeño puerto deportivo, el campo de golf y las pequeñas playas.
El tráfico iba muy tranquilo respetando las bicis, el trenecito y a los paseantes, y todo el mundo va saludando y haciendo bromas.
¡Una experiencia muy divertida para hacer con niños!
