En nuestras vacaciones por Galicia, no nos quisimos perder la visita de este bonito pueblo llamado Cambados.
Entre sus atractivos, cuenta con un bonito paseo marítimo, que acaba en unas bonitas ruinas y una curiosa iglesia derruida junto al cementerio.
Cambados es conocida como la “Capital del Vino Albariño” y es que todo en esta villa nos recuerda al “principe dourado dos viños”.
Esta ciudad es la unión de tres históricas villas, la noble Fefiñáns, la comercial Cambados y el barrio marinero de Santo Tomé.
Como hemos comentado, llaman la atención os restos de la antigua iglesia parroquial de Santa Mariña, patrona de Cambados.
Sobre una capilla románica del s. XII, D. Lope Sánchez de Ulloa construyó la iglesia de Santa Mariña Dozo, que fue restaurada y ampliada por su hija Dña. María de Ulloa a finales del s. XV.
Es de estilo gótico marinero y presenta también trazos renacentistas. Consta de una sola nave dividida por cuatro arcos transversales románicos, cinco capillas laterales, sacristía y capilla mayor. En su interior destaca la decoración con bollos sobre los arcos y capillas. En uno de estos arcos está representado uno de los siete pecados capitales, “la pereza”. En las capillas sobresalen las iconografías en relieve con escenas bíblicas, tales como la Visitación, Cristo y los Apóstoles, la expulsión del paraíso o los pecados capitales.
La iglesia fue abandonada por razones políticas y religiosas en el siglo XIX, trasladándose la iglesia parroquial a la iglesia del antiguo convento de San Francisco.
Estos restos fueron declarados Monumento Nacional, en el año 1943 y albergan hoy en día “el más melancólico camposanto del mundo”, en palabras del escritor Álvaro Cunqueiro, gran admirador de la villa cambadesa.
Si se está por la zona, no se debe dejar de dar un paseo por estas ruinas.
