Viajes

DESCONECTAR POR EL RETIRO

En el centro de Madrid, se puede desconectar del tráfico y de los diferentes estímulos de la ciudad dando un paseo por el parque del Retiro. 

Sin duda es un oasis en el bullicio.

El parque fue construido en la primera mitad del siglo XVII, dentro del proyecto paisajístico desarrollado para el Palacio del Buen Retiro, una antigua posesión real creada por el conde-duque de Olivares para disfrute de Felipe IV. Su uso como parque urbano se remonta a al año 1767, año en el que Carlos III permitió la entrada del público a efectos recreativos y, ya definitivamente, a partir de 1868, cuando quedó bajo la titularidad del Ayuntamiento de Madrid.

Es considerado como una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Posee figuras arquitectónicas y paisajísticas desde el siglo XVII al XXI, entre las que destacan el Monumento a Alfonso XII, el Palacio de Cristal, el Estanque Grande, el Parterre, la Puerta de Felipe IV, el Real Observatorio Astronómico y la fuente de la Alcachofa, e incluso anteriores a esta época, como la ermita de San Pelayo y San Isidoro, de origen románico.

Tiene una superficie de 118 hectáreas y un perímetro de 4,5 km, por lo que mucha gente lo utiliza para hacer deporte.

Desde un punto de vista puramente botánico, los jardines del Retiro son de un patrimonio inmenso; en ellos encontramos áreas de plantas vivaces, jardines clásicos de influencia andalusí, rosaledas y hasta un parterre francés, cuyo ahuehuete ostenta el título de árbol más viejo del parque.

A nosotros nos encanta la zona del estanque, donde se puede alquilar unas barcas, y, sobre todo, la zona del palacio de Cristal.

Un lugar para perderse una y otra vez.

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