Una de las actividades que realizamos hace unos días en Zaragoza, y que hacía tiempo que teníamos ganas de hacer, fue la subida a la Torre del Pilar.
Se trata de una posibilidad diferente de visita cultural a la Basílica del Pilar. La subida se realiza en un ascensor panorámico ubicado en una de sus torres, concretamente, la de San Francisco de Borja.
Tras un ascenso de 62 metros en 20 segundos, el visitante se encuentra con dos tramos de escaleras y una estancia de descanso antes de llegar al mirador superior, acristalado y situado a 80 metros del suelo.
La vista de las cubiertas de la Basílica del Pilar y de la extensa ciudad de Zaragoza son únicas y privilegiadas.
Se ve el paso del río Ebro por la ciudad, con sus puentes. Una mirada de 360 grados que recorre Zaragoza desde las alturas y que se convierte en una impactante experiencia.
Nosotros aprovechamos el horario de tarde para poder disfrutar de un bonito atardecer.
Las entradas se pueden adquirir por internet con anterioridad o en las mismas taquillas de la torre si quedan plazas libres. Hay que tener en cuenta que el acceso a la torre, no se hace desde el interior de la basílica, si no desde la parte posterior al Pilar.
Unas vistas únicas de Zaragoza.
