Tras doce años cerrado al público, el parque de maquetas en miniaturas de Sabiñánigo ha reabierto hace unos días sus puertas, convirtiéndose en el “Jardín de Maquetas” de Pirenarium, y aspira a ser un nuevo espacio ciudadano dónde todo el mundo pueda pasear entre las más destacadas joyas naturales y patrimoniales de la comunidad autónoma.
No lo habíamos visitado todavía, hasta que este fin de semana, nos dimos un paseo por él. Lo único que se pide, es que no se toque nada y se sea respetuosos tanto con los jardines y maquetas.
Se han rehabilitado 16 maquetas, se ha adecuado toda la zona verde y la idea es que cada año se vayan añadiendo más miniaturas.
El acceso es gratuito, con un horario de 9.00 a 21.00 horas y también anunció el ayuntamiento que se ofrecerán visitas guiadas.
Así, se pueden contemplar ya reproducciones como la de la Estación de Canfranc (de 11,5 metros), el Castillo de Larrés, la iglesia de San Pedro de Lárrede, el museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, el torreón de Fantova o la ermita de Ordobés.
Ramiro Hernández y su taller de maquetas de Zaragoza ha sido el encargado de rehabilitar las miniaturas.
En cuanto a los trabajos de jardinería, se han llevado a cabo con los alumnos – trabajadores de un taller de empleo y con la empresa Brotalia.
Y, además de diseñar los espacios verdes, se han plantado arbustos, plantas y otros elementos.
