Otro de los descubrimientos de este verano, en nuestra estancia en el pueblo de Yésero, fue el merendero de Gavín.
Una mañana llegamos a la Iglesia de San Bartolomé de Gavín para tomar una senda que lleva a Gavín y ¡SORPRESA!, en las inmediaciones de la ermita, nos encontramos con un bonito merendero con mesas y bancos de madera y juegos infantiles.
Hace unos años, el Ayuntamiento de Gavín decidió acondicionar este espacio.
Es un lugar perfecto donde ir a merendar o, incluso llevarte la comida y disfrutar de una jornada al aire libre.
Llegando al merendero hay un puente que cruza un río y, al lado, un poco escondida, una fuente.
Los juegos infantiles son un tobogán y unos columpios muy bien conservados.
Es un espacio en plena naturaleza que parece sacado de un cuento.
Alguna otra tarde, hemos vuelto ya que Martín no se olvida de ese parque.
