En una entrada anterior ya comentamos que nuestra primera andada con Martín “sin mochila”, fue de Osán a Isún de Basa, pero nos quedó pendiente una visita a Isún, así que hace unos días volvimos para realizar esa visita pendiente.
Este pequeño municipio se encuentra a poco más de 7 kilómetros de Sabiñánigo, por la carretera que da acceso a Sardas.
Isún de Basa es un pequeño pueblo de la Comarca Alto Gállego, situado en la falda del monte Santa Orosia, y perteneciente al municipio de Sabiñánigo. Hace unos años se despobló, pero ha ido recuperando los habitantes y actualmente muchas son las casas que están habitadas.
Presenta una estructura dividida en dos barrios donde encontramos bellos ejemplos de casa-patio con grandes portalones y una rica variedad decorativa basada en elementos figurativos, generalmente rostros.
Además de sus bonitas casas, la joya que se encuentra en Isún de Basa es su iglesia parroquial, fechada en el siglo XI y dedicada a Santa María, y perteneciente a la Ruta de las Iglesias del Serrablo.
Adornan el exterior de su ábside siete arquillos ciegos, teniendo en la parte superior el habitual friso de rollos o baquetones. El trabajo de esta iglesia recuerda al de Santa María de Gavín, y tal vez sea el mismo constructor que aplicó lo aprendido en la Iglesia de Lárrede y en la Satué.
En la cara sur, hay un sillarejo con grabados de época anterior, y que se encuentran unos similares en la iglesia de Susín. La iglesia, como curiosidad, fue en parte derruida en la Guerra Civil, por lo que se perdió la bóveda de cuarto de esfera que lo cubría y el arco del estrecho presbiterio.
Nos encantó el pueblo de Isún y Martín vio a un gato precioso y mimoso que pudo acariciar.
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