Una manera ideal para conocer el delta del Ebro, es hacerlo rodando en bicicleta. El paisaje sin horizontes del delta del Ebro, llano hasta lo indecible, es perfecto para ser descubierto en bicicleta, a un ritmo pausado.
La ruta, bordeando el río hasta las desiertas y enormes playas permite contemplar el verdor infinito de los arrozales y las abundantes colonias de aves. Existen además muchos senderos señalizados que circundan las lagunas al final de los cuales siempre hay un buen lugar para recuperar fuerzas con la magnífica gastronomía de la zona, o poder encontrar un mirador desde donde observar las aves que habitan la zona.
¿Pero, qué pasa si no tengo bici? ¡No es problema!, son varias las empresas que tienen servicios muy económicos de alquiler de bicicletas. Ofrecen el servicio de llevártelas hasta tu alojamiento o, incluso la opción de alquilarlas con silla o carro de niños.
Nosotros no nos pudimos resistir y alquilamos unas bicis, haciendo un pequeño recorrido alrededor de la laguna de La Encañisada, desde el Poblenou del Delta. La verdad que disfrutamos mucho haciendo esta actividad en familia, y Martín está con ganas de volver a pasear en bicicleta.
Sin duda, en el sur de Tarragona, este territorio de gran biodiversidad, frágil y cambiante, y declarado Reserva de la Biosfera, es el destino ideal para cualquier época del año, y descubrirlo en bicicleta nos ha parecido una opción perfecta.
