Las rabietas infantiles son una expresión emocional ante las contrariedades, que suelen aparecer hacia los 2 años.
Cambian su forma según la edad (desde llantos y gritos a lanzar cosas o dar golpes) y varían en intensidad y frecuencia según la personalidad del niño.
Como padres nos dejan desarmados, atónitos, sin saber como responder, a menudo, con la sensación de que nuestro hijo tiene un mal comportamiento.
De este tema ya hemos hablado en alguna otra entrada, pero no nos importa volver a hacer hincapié, dado que es un asunto que nos preocupa bastante a los padres.
Queremos compartir un artículo que publicó hace unos días el diario El País, que hace referencia a las rabietas, y que nos pareció muy interesante.
Es importante empatizar con nuestros hijos.
Nosotros, como adultos, también sentimos rabia; la diferencia es que ellos están aprendiendo a gestionar, a comprender y entender qué les está pasando.
