Durante el puente de Todos Los Santos, recorrimos la comarca turolense del Jiloca y la zaragozana de Campo de Daroca.
Comenzamos nuestro puente visitando el pueblo de Anento, que está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Durante la pandemia, cuando sólo podíamos movernos dentro de la provincia, Anento apareció varias veces en las noticias porque se veían superados por la cantidad de visitantes zaragozanos que recibían.
Y no es de extrañar, dado que es un pueblo precioso.
Lo primero que llama la atención es el color rojizo del suelo que rodea la localidad.
El dato más antiguo sobre su existencia es de 1357.
Sus principales monumentos son el castillo y la iglesia.
Del castillo queda en pie la muralla principal con dos torres gemelas, además de los restos de otras. Sirvió de resistencia contra los soldados castellanos de Pedro el Cruel, en las acciones de los años 1360 y 1361.
La iglesia de San Blas, es una construcción románica del siglo XIII; más tarde se añadió el pórtico y entrada gótica, por tanto del siglo XIV. La torre de piedra adosada a la iglesia parece ser obra del siglo XV.
En el interior de la iglesia se encuentran tres retablos góticos y el coro está cubierto de yesería mudéjar así como el púlpito. Además, tras el retablo se esconde un conjunto de frescos tardorrománicos o protogóticos fechados en el siglo XIV, encontrados en sus paredes hacia 1989.
El pueblo presenta un interesante urbanismo en cuesta con estrechas callejas y abundancia de replacetas. Algunas casas muestran portadas de arco apuntado, correspondientes al siglo XV.
De su precioso entorno natural hablaremos en otra entrada.
¡Un pueblo precioso que merece la pena visitar!
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