Las navidades pasadas, uno de los regalos que recibió Mari, fue un cuenco tibetano.
El primer contacto que habíamos tenido con este instrumento había sido en unas jornadas de educación infantil de 0-3, en una ponencia de Jacobo Elizalde, sobre “Técnicas de relajación y uso de cuencos tibetanos en el aula”, jornadas organizadas por el Centro de Profesores de Sabiñánigo.
Quedamos impresionados con la charla y decidimos acudir otro día a un concierto de “Baño de sonido”, que se llevó a cabo en Biescas con cuencos tibetanos, gongs, cantos armónicos y más… y nos encantó la experiencia. Se puede obtener información sobre sus actuaciones en Facebook:
https://www.facebook.com/rmonizarte
Los cuencos tibetanos son una especie de tazón realizado con una aleación de entre 7 y 9 metales. Los cuencos pueden ser utilizados por batido o percusión, con la baqueta de madera. El tamaño del cuenco y la forma de golpearlo, hace que produzca diferentes sonidos.
Sabemos que el cuenco de Mari es especial porque fue seleccionado por monjes budistas de Panillo.
Históricamente se ha utilizado por el budismo como medio para la meditación, pero ahora su uso se ha extendido a más ámbitos, ya que se utiliza pare aliviar el estrés, mejorar la capacidad de concentración, aumentar la creatividad y la claridad mental.
Actualmente, Jorge lo utiliza en su clase, con niños de 5 años, para captar la atención en momentos puntuales y está muy contento con el resultado.

¡Ha sido un artículo estupendo sobre cuencos tibetanos .
Yo tengo algunos en casa y la verdad es que resultan muy relajantes
Me gustaMe gusta
Así es. Y cuánto más los usas más te captan.
Me gustaMe gusta