Otro rincón de interés que, descubrimos en nuestro veraneo en Yésero, fue el Monasterio de San Pelay. Fuimos andando desde Yésero por una pista que lo une con Biescas.
Recientemente, coincidiendo con nuestras salidas “descubriendo el otoño”, volvimos a este espléndido rincón, pero esta vez desde Gavín. Intuíamos que estaría precioso este enclave y, no nos defraudó.
En un grato rincón de la orilla izquierda del río Sía, y alejado unos kilómetros de Gavín, se encuentran los restos del Monasterio de San Pelay (descubierto y excavado a finales de 1997). Datado en el siglo X-XI, presenta un estilo mozárabe o románico lombardo y románico pleno, según autores.
Si se accede desde Gavín se puede ir andando, pero también se puede llegar en coche. Desde la carretera N-260 entre Biescas y Gavín, deberemos tomar el desvío de Espierre y Barbenuta. Posteriormente se debe cruzar el barranco sobre el puente, y a unos 200 metros se coge un desvío a la izquierda. Después de recorrer unos 1.700 metros se abandona la pista y se toma un camino en dirección oeste, viéndose los restos del Monasterio tras recorrer unos 500 metros.
Los restos del Monasterio están vallados, pero se puede apreciar algún detalle bastante significativo de lo que pudo ser en otra época.
Se ha revelado la existencia de dos iglesias, comunicadas entre sí por escalera y pasillo, una torre, un dormitorio y restos de otras dependencias monásticas.
Cuenta con dos paneles informativos que, recientemente hemos visto en prensa, que han sido renovados.
