Hace unos domingos visitamos la preciosa Villa de Aínsa. Para los que no la conocen, se trata de un pueblo de la comarca del Sobrarbe localizado a los pies de la Peña Montañesa y en la intersección del río Cinca con el río Ara.
Aínsa es un sitio que bien merece una visita en cualquier época del año. No en vano, está clasificado como uno de los Pueblos más bonitos de España.
Ya hablamos en una entrada anterior del Descenso de nabatas del rio Cinca, y precisamente Aínsa es el punto final del mismo.
Aínsa tiene dos barrios. Uno el que forma el precioso casco antiguo, que ha hecho que fuera declarado, en 1965 Conjunto Histórico Artístico. En este conjunto podemos destacar sus estrechas calles empedradas, que van subiendo, hasta llegar al Castillo de Aínsa.
El otro barrio es el residencial y en el que se encuentran la mayor parte de viviendas, bancos y comercios.
Aínsa es un pueblo que tiene mucha vida desde siempre, al ser el punto central del comercio de la zona. Además, en los últimos años, ha ido floreciendo con el aumento del turismo de naturaleza y en especial, turismo de aventura. Hay que destacar la explosión de los circuitos para bicicleta de montaña, que se conoce como Zona Zero, lo que le está generando fama a nivel internacional.
Un pueblo precioso por el que pasear por su gran belleza arquitectónica y paisajista, y en el que se puede disfrutar además, de una gran gastronomía.
