Hoy acaban las clases de natación a las que ha acudido Martín este año, en las instalaciones del spa del Hotel Villa Virginia, de Sabiñánigo.
A pesar de algún parón a lo largo del curso por la situación sanitaria actual, se ha podido desarrollar con cierta normalidad, cumpliendo la normativa del momento.
Martín ha aprendido un montón, y cada vez le gusta más estar en el agua. Ya sabe nadar con churro y manguitos, y aguanta bastante buceando.
Lo ha pasado genial, y esperamos con ganas a que empiece el siguiente cursillo en septiembre, aunque ya sabemos que será diferente, dado que los papás y mamás ya no podremos entrar con ellos en el agua, porque Martín ya “será un niño muy mayor”.
Muy agradecidos con Mati por ser tan cercano y cariñoso y enseñar a nuestros peques a nadar.
