Hace un par de domingos estuvimos dando una vuelta por el valle vecino del Sobrarbe y uno de los sitios que visitamos fue el Puente Colgante de Jánovas, que cruza el río Ara.
Parece ser que es el único puente colgante original que queda en pie en España del siglo XIX. Mantiene los cables originales de 1881, lo cual lo convierte en un caso insólito en toda Europa.
El puente colgante de Jánovas tiene un solo vano de 48 m. entre dos estribos de piedra que tienen una altura de 5 m. Sobre ellos se elevan las torres formadas por dos pilas de piedra situadas a los lados del camino. El tablero es de madera, y está colgado de los cables principales mediante péndolas. Tiene cuatro cables principales, dos por pila, de los que cuelga el tablero; se anclan en unos macizos de hormigón enterrados de los que únicamente se ve la parte superior donde entran los cables.
Por este puente pasaba el camino que llevaba hasta Francia. Partía desde el valle del río Ara, que cruza por el puerto de Bujaruelo, hasta el valle del Gave (Gavarnie), en Francia.
El puente se encuentra algo separado de la población, río abajo, en el antiguo camino que da acceso al pueblo. Justo en ese punto estaba planificada la situación de la presa. Al desaparecer la población de Jánovas, el puente quedó prácticamente sin uso, ya que nadie pasaba por allí. Esto evitó su deterioro e hizo que llegara en el estado actual a nuestros días.
El Boletín Oficial de Aragón del día 28 de diciembre de 2017 publicó el Decreto 206/2017, de 19 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se declaró Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.
Atravesar el puente supone una experiencia fantástica. Sentir su antigüedad, como se mueve, el crujido de la madera o el movimiento de los cables. La sensación es de inseguridad, aunque parece que la realidad no sea así.
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