Hoy, 22 de septiembre, se produce el equinoccio de otoño en el hemisferio norte, lo que se traduce con la llegada del otoño.
Los días se acortan y las temperaturas van disminuyendo paulatinamente, ya que nos encaminamos hacia los fríos días del invierno.
Da pena que se acabe el verano, con sus días largos, las vacaciones o el calor, pero ahora llega una estación que tiene mucho encanto.
El paisaje se tiñe de colores rojizos, amarillos y marrones, los bosques se llenan de setas y hongos y los paseos tienen un sonido especial, por el crujido de las hojas que se van cayendo.
El equinoccio de otoño marcaba en las culturas antiguas el tiempo de la cosecha y también representaba la caída de las hojas, la migración de las aves, la vendimia y el comienzo de la temporada más fría del año.
Era también el último periodo que se tenía para aprovechar la luz solar en actividades del campo, antes de llegar al invierno, una temporada en donde todo escaseaba y el frío complicada la vida de las personas; por lo tanto, el otoño jugaba un papel fundamental en esta transición de la luminosidad y lo radiante del verano, a la inmovilidad que representaban los últimos meses del año, a la espera nuevamente del resurgimiento de la vida con la llegada de la primavera.
¡Seguro que disfrutaremos mucho de la nueva estación!
