Cuando visitamos Yebra de Basa la primavera pasada, nos hablaron de un lugar cercano e interesante: el Pozo Nevero de Yebra de Basa.
La andada supone una hora escasa, aunque nos ha costado un poco más, al encontrarnos con muchos elementos naturales del otoño, que han hecho que hayamos hecho varias paradas.
Hay dos posibles caminos, uno que sale de la entrada del pueblo de Yebra y otro, comienza junto al camping de Yebra. El primero va por pista forestal y el segundo por senda, aunque a mitad de camino, se juntan ambos caminos.
Al llegar a la intersección comienza el ascenso por el canto de un campo de cultivo, y posteriormente se adentra en un tupido bosque.
En este momento está todo precioso, con los colores y elementos típicos del otoño, que hace que merezca mucho la pena subir.
Cuando la senda se ensancha, se llega al Pozo Nevero, una majestuosa construcción, que los vecinos de Yebra rehabilitaron en el año 2006. Además del pozo, se encuentra una pequeña construcción, en la que hay unos bancos y un antiguo comedero de vacas.
Un pozo nevero es una antigua construcción que servía para acumular nieve en los meses de invierno para posteriormente utilizarla en los meses cálidos, para la conservación de alimentos y medicinas.
Este en concreto, está construido a 1102 metros de altitud, tiene un diámetro de 5,5 metros y una profundidad de 7,5 metros, lo que otorga una capacidad para 125 toneladas de nieve.
No conserva la techumbre, ni la polea que se utilizaba para realizar las extracciones de nieve.
Como curiosidad, ya se encuentran datos escritos de su existencia del año 1672, por lo que lo convierten en una construcción con mucha historia.
¡Un sitio curioso que bien merece una visita!
