Uno de los regalos que ha recibido Martín para Reyes, ha sido un juego de la Jenga.
Jenga es un juego de habilidad física, donde los jugadores se turnan para quitar un bloque de una torre construida con 54 bloques. Ésta debe quedar de tal modo que cada fila tenga tres bloques y se coloque de manera opuesta a la anterior. Cada bloque eliminado se coloca en la parte superior de la torre, creando una estructura progresivamente más inestable.
El juego termina cuando la torre cae o cualquier pieza de la torre, que no sea la pieza que se está intentando retirar. El ganador es la última persona en eliminar y colocar un bloque con éxito.
El reto está en no dejar que se derrumbe la torre, y es por eso que puede resultar un poco complicado para los más pequeños; por eso, al principio, se puede jugar únicamente quitando los bloques sin colocarlos en la parte superior de la torre.
Pese a la dificultad que conlleva este juego, se estimulan todo tipo de beneficios:
-Desarrolla la paciencia.
-Estimula la concentración.
-Ayuda a tomar las mejores decisiones.
-Desarrolla la capacidad de análisis lógico.
-Estimula el desarrollo social.
-Potencia la percepción espacial y la motricidad fina.
La Jenga que le han regalado a Martín, está formada por fichas de diferentes colores y un dado de colores. Se debe lanzar el dado y se deberá retirar una ficha del color que haya salido en el dado.
Éste en concreto se trata de un juego muy versátil, ya que además de Jenga, se puede jugar al Mémori y al Dominó.
¡Qué interesante juego de mesa!
