Según Goleman, “la inteligencia emocional puede describirse como la capacidad para reconocer nuestras emociones y las de los demás, para poderlas manejar de manera positiva y mejorar nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos y con nuestro entorno”.
Desde niños es muy importante trabajar las emociones. El saber identificar lo que sienten, es esencial para que expresen sus emociones y en un futuro puedan gestionar la rabia, el miedo o la frustración, para que cuando sean adultos puedan hacer frente a las adversidades que se presenten y puedan tener un mayor bienestar mental.
La mejor manera de trabajar con las emociones, es mediante actividades divertidas y sencillas.
A nosotros nos gusta jugar al “dado de las emociones”.
En cada cara se expresa una emoción diferente: alegría, tristeza, rabia, calma, miedo… Con cada tirada, el niño imita, por un lado una cara o gesto que exprese esa emoción y por otro, puede poner ejemplos “yo me siento alegre cuando…”, “me siento triste si…”.
Una vez que los niños dominen bien estas emociones, se pueden hacer más dados con emociones más complejas: gratitud, celos, vergüenza, ilusión, soledad…
Nosotros hemos aprovechado las imágenes del Monstruo de Colores, para crear nuestro dado.
“El compartir las emociones con los demás es fundamental para el desarrollo social de nuestros hijos”.

Percibir las emociones de uno mismo, las de los demás, comprenderlas y manejarlas con mesura es muy importante para que el niño sea feliz.
A través de una amiga leí » El cerebro del niño», un Best Seller,me gustó mucho.
Y otro » Disciplina sin lágrimas», para orientar el desarrollo mental del niño.
Los autores son Daniel J. Siegel y Tina Payne.
A lo mejor ya los habéis leído.
Gracias😍
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Un tema muy interesante. El primero de los libros lo hemos leído, el segundo lo tenemos pendiente. Muchas gracias por la recomendación.
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