A la vuelta de nuestras vacaciones con la autocaravana, decidimos visitar la ciudad tarraconense de Amposta.
Amposta es una ciudad en la que existen abundantes vestigios y restos arqueológico, incluso algunos historiadores apoyan la teoría de que en Amposta se ubica la ciudad de Hiberia, el considerado como primer asentamiento ibérico de la península.
Su nombre proviene de la época romana, ya que al construir una posada de vigilancia sobre el río Ebro, se le puso el nombre de “Amni Imposita”, que en latín se traduce por “puesta sobre el río”.
Debido a su situación estratégica en la desembocadura del mayor río que vierte sus aguas al Mediterráneo, hizo que sufriera muchos ataques a lo largo de su historia, con la destrucción de la ciudad en varias ocasiones.
Actualmente, se puede dar un bonito paseo por los restos del castillo datado del siglo XIII, junto a la orilla del río.
También posee un bonito mercado en el que además de los puestos de venta de alimentos, también se puede encontrar varios bares donde tomar algo.
Pero si algo destaca de Amposta, es sin duda, el puente colgante de Penjant.
Es una obra espectacular de principios del siglo XX, y que además significó el primer paso permanente en el tramo inferior del Ebro, facilitando la comunicación entre Barcelona y Valencia.
El puente se caracteriza por dos grandes pilastras de piedra en forma de arco de triunfo de 24 metros de altura, y por un tramo colgante de 134 metros sostenido por grandes cables metálicos. Durante muchos años, fue el puente colgante de España con mayor longitud, e incluso el segundo más largo del mundo.
¡Cómo nos gustan las ciudades con restos arqueológicos!
