Ayer, Martín acabó el curso de natación, que ha realizado en la piscina climatizada del Hotel “Villa Virginia”.
Este es el tercer año que Martín va a natación, aunque los dos primeros años, fueron de matronatación.
En este curso ya se han quedado sin los padres, y la verdad es que han progresado mucho.
Ahora Martín ya es capaz de meter la cabeza debajo del agua, nadar un poquito sin agarrarse, lanzarse de cabeza y, sobre todo, ha perdido el miedo al agua.
Al acabar el curso, les han dado un diploma con el nivel que tienen, y … ¡ya somos sardinas!
Al año que viene continuaremos, pero antes debemos poner en práctica lo aprendido en la piscina de verano y en la playa.
¡Al agua patos!
