Este divertidísimo juego de mesa se lo trajo Papá Noel a Martín esta navidad.
Se trata de un juego familiar de habilidad, atención y rapidez, en el que se debe atrapar unos discos magnéticos antes de que lo hagan el resto de jugadores.
Contiene 36 discos, un dado con símbolos y otro dado con colores.
En cada ronda, se lanzan los dados que indican qué símbolo hay que encontrar y en qué color. Todos los jugadores intentan, a la vez, coger el máximo de discos que tengan esa combinación.
Si sale una forma y el color blanco, se deberá coger todos los símbolos que indique el dado, independientemente del color que tengan. O, si por el contrario, en el dado de las formas sale la opción vacío, los jugadores podrán coger cualquier forma que tenga el color que indica el dado de color.
Pero… ¡ojo! no se debe coger un disco que no corresponda o ese jugador será penalizado.
Se debe tener en cuenta que sólo se puede utilizar una mano para coger las fichas.
Cuando se acaben todos los discos, acabará la partida y ganará el jugador con la pila de discos más alta. Las fichas emiten el famoso sonido “clack” que le da nombre al juego.
Se puede jugar de 2 a 6 personas y está recomendado para jugadores a partir de 4 años.
¡Nos encantan los juegos de mesa!
