Ayer, por fin, llegó la nieve al Pirineo. Después de un mes de diciembre y mitad de enero con demasiado buen tiempo, ha llegado la ansiada nieve.
La falta de nieve en las montañas era ya alarmante y como ya comentamos el otro día, daba mucha tristeza ver las cumbres sin el blanco típico del invierno.
Pero ayer cuando despertamos, una buena nevada había teñido todo de blanco, gracias a la llegada de las borrascas Gérard y Fien.
Aunque la nieve genera problemas para los desplazamientos, es necesario que nieve para poder trabajar en las estaciones de esquí y para acumular reserva de agua para el verano.
Los niños lo pasan genial con la nieve y todos tenían muchas ganas de tocarla, hacer muñecos y deslizarse en trineo.
Parece que los siguientes días seguirá nevando, y lo que es peor, luego llegará el frío y el temido hielo, así que ¡mucha precaución con la nieve!
