Otra excursión que hicimos en nuestra Semana Blanca por Navarra, fue a las Cuevas de Urdax, conocidas también como Cuevas de Ikaburu.
Dichas cuevas están en formación desde hace varios cientos de miles de años gracias a la erosión del río Urtxume.
Se encuentran escondidas bajo los verdes prados de la Navarra cantábrica, en la localidad pirenaica de Urdazubi/Urdax, y a pocos kilómetros de la costa y de la frontera con Francia.
Las primeras noticias de esta cueva datan de 1808 cuando se utilizó como refugio por personas que huían de las batallas de la guerra de Independencia. A partir de 1965, comenzó a ser mencionada como atracción turística, y en la actualidad es propiedad del Ayuntamiento de Urdax, que ha hecho de ellas un lugar atractivo e interesante para el turismo y para los amantes de la naturaleza.
Con el fin de preservar este enclave natural, sólo pueden visitarse con guías especializados. La visita, con una duración aproximada de 40 minutos, sigue un recorrido acondicionado con escaleras e iluminación a través de las infinitas formas que el agua ha perfilado en su goteo de siglos en el “Salón de Recepciones”, la “Sala de los Tres Reyes” o la “Sala de las Columnas”
El número de personas que entra en cada visita guiada no es muy elevado. Hay que tener en cuenta que la cueva es de dimensiones bastante reducidas.
Pasamos un rato muy agradable bajo la tierra, escuchando las explicaciones del guía mientas admirábamos sus encantos maravillados. Incluso Martín disfrutó mucho de la visita.
