Hoy queremos compartir un artículo que ha publicado recientemente el diario El País sobre la gestión de la rabia infantil.
La rabia se trata de una emoción básica que se puede expresar en forma de ira, enfado o furia, dependiendo de la intensidad con la que se sienta. Todas las emociones son necesarias y la rabia o ira no iban a ser menos: ayuda al ser humano a evolucionar y crecer interior y exteriormente. Mantener el control es muy importante ya que los niños imitan lo que ven. Hablando y con una actuación coherente el enfado desaparece, se percibirá como una forma de expresión eficaz.
Para Miriam Tirado, periodista, escritora y experta en crianza dice que la rabia es una energía muy poderosa: “Es más, es la emoción que ayuda a cambiar las injusticias en el mundo. Y es muy necesaria y muy útil para avanzar como sociedad a nivel global. Y que se considere algo negativo nos ha hecho mucho daño”. Para la autora, el problema es que a menudo los padres que tienen un hijo irascible piensan que, si se enfada mucho de pequeño, qué no va a hacer cuando tenga 14 años: “Y le ven rompiendo puertas y les entra el miedo, y con este miedo se educa muy mal. Entonces es importante que nos saquemos ese terror de encima, nos conectemos muchísimo al presente, que tengamos perspectiva, porque si lo vemos todo gravísimo no veremos lo que está pasando y no podremos solucionarlo”.
¡Todos nos enfadamos, pero podemos expresarlo de otro modo!
