Volviendo de nuestra escapada de Semana Santa, hicimos parada en la bonita localidad de Santo Domingo de la Calzada, una joya del Camino de Santiago.
Pertenece a la comunidad autónoma de La Rioja, y está situada a orillas del río Oja, dentro de La Rioja Alta.
Esta ciudad nació y creció a partir del Hospital de Peregrinos que fundó el Santo alrededor de la segunda mitad del siglo XII, además de un puente sobre el río Oja para facilitar el paso de los peregrinos. Esta hospedería propició su crecimiento y, a continuación, la ruta Jacobea y, se convirtió en un núcleo artístico, religioso y económico importante.
Es famoso el milagro del gallo y la gallina, según el cual se dice que Domingo García demostró la inocencia de un peregrino acusado erróneamente de muerte al hacer volar una gallina que estaba asada en el plato. En recuerdo de estos hechos, en la catedral calceatense hay siempre un gallo y una gallina vivos y se extendió el dicho de “En Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada”.
En 1973 su casco antiguo fue declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico. En la actualidad, la ciudad de Santo Domingo de la Calzada cuenta aproximadamente con 7000 habitantes y es un importante centro de servicios de la comarca, con una gran proyección administrativa, comercial, industrial y turística.
La catedral del Salvador, declarada monumento nacional en 1931, es un estupendo modelo de arquitectura protogótica. Organizada como una típica iglesia de peregrinación, cuenta con tres naves, la central de doble anchura y superior altura, cortadas por un crucero y con una girola que primitivamente tendría tres capillas absidiales.
“Una ciudad nacida para ser descanso del viajero”
BLOG PARA APRENDER EN FAMILIA 