¡Qué distinto se ve el Periodo de Adaptación desde el papel de maestro y ahora también, desde el otro lado, desde el papel de padre-madre!
Y, ya no decimos nada si tu hijo acude al mismo centro donde uno de los progenitores trabaja…
Ahora podemos entender un poco más (bastante más) esos sentimientos que afloran en los padres-madres cuando dejan a lo que más quieren a nuestro cuidado en este periodo tan necesario para todos.
El Periodo de Adaptación siempre lo hemos defendido como un derecho fundamental que tienen los niños para adaptarse a un lugar nuevo, a unas personas desconocidas y a un ritmo diferente, que nada tiene que ver con el ambiente conocido de su hogar.
El primer día que asistió a la Escuela Infantil, Martín entró muy triste y no dejó de llorar en toda la hora y, a los cinco días, Martín entraba sin llorar, contento y disfrutando.
Los que nos dedicamos a la Educación Infantil siempre decimos que todos los niños no se adaptan de la misma forma y al mismo tiempo y, en muchos casos, finaliza el Periodo de Adaptación y el niño no está aún completamente adaptado.
Además, este curso está resultando mucho más complicado para todos (niños, padres y docentes) por la situación actual sanitaria, que tanto está condicionando nuestras vidas. No se les ha permitido a nuestros pequeños que sus familias les acompañasen en este momento tan importante dentro del aula. Debido a la pandemia, desde el primer día, entran solos, despidiéndose en la calle de “mamá”, “papá”, “yayo” o “yaya”…
¡Qué fuertes son estos pequeños!
¡VIVA EL PERIODO DE ADAPTACIÓN!
Martín, ¡eres todo UN CAMPEÓN!

Qué bien lo vas a pasar en la escuela, Martín!!! Todos nos esforzaremos porque sea así!!!!
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Seguro que Martín aprende mucho este curso y se lo pasa genial. Le encanta ir a Cardelina
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