El día 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación y a diferencia de otras efemérides, esta celebración tiene muy poco tiempo de vida. En concreto, nació el 3 de diciembre de 2018, y fue proclamado por La Asamblea General de las Naciones Unidas en celebración del papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo.
La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva.
A pesar de que todos los países parecen estar de acuerdo en este tema, aún hay muchas carencias y los datos hacen pensar que queda mucho trabajo por hacer para conseguir el acceso de todos a una educación de calidad.
Según estos datos, en el mundo hay aproximadamente 258 millones de niños y jóvenes sin escolarizar y 617 millones que no saben leer, ni tienen conocimientos básicos de matemáticas, lo mínimo para defenderse en la vida cotidiana.
En los países en desarrollo, el 91% de los niños se matriculan en la escuela primaria, pero aún hay 57 millones de niños que no asisten a la escuela.
África Subsahariana tiene el récord de niños sin escolarizar. Los conflictos y guerras impiden que los niños asistan al colegio. Los niños refugiados tampoco pueden asistir, alcanzando la cifra de 4 millones.
Padres, madres y profesores juegan un papel fundamental en la educación y formación de los niños. Una correcta educación en el hogar y en los colegios contribuye a preparar personas preparadas y capacitadas para el mañana, independientes para elegir una profesión que les permita vivir con dignidad, de igual a igual y sin marginaciones de ningún tipo.
