Aprovechando los días de vacaciones de semana blanca, y que ya empieza a hacer buen tiempo, nos decidimos a hacer una excursión muy accesible con niños pequeños como Martín.
Aún así, se trata de la excursión más larga que ha hecho Martín sin ir montado en mochila, y aguantó como un campeón.
Recomendada por una compañera de trabajo de Jorge, nos pareció interesante llevarla a cabo.
Iniciamos nuestra aventura en Osán, donde dejamos el coche en la plaza del pueblo, junto a la preciosa Torre de los Villacampa. El camino comienza en la calle que lleva hacia el cementerio, y tras abandonar el pueblo nos dirigimos hacia Isún de Basa.
Al poco de pasar junto al cementerio, nos encontramos con unas señales que indican la dirección correcta, porque también está la posibilidad de dirigirte hacia San Román de Basa o Yebra de Basa. A partir de aquí, el camino se estrecha y discurre junto a un barranco.
Tras llegar a un depósito de agua, se inicia el ascenso hasta Isún, donde te recibe la iglesia de Santa Maria de Isún de Basa, una de las maravillosas Iglesias de la ruta del Serrablo.
Era momento de tomar un pequeño almuerzo, porque aún nos quedaba el regreso a Osán, que se realiza por el mismo camino; si se prefiere se puede alargar haciendo una ruta circular por San Román de Basa.
En menos de dos horas estábamos de regreso en Osán y aún nos dio tiempo de dar una vuelta por las preciosas calles del pueblo y visitar su Iglesia.

Es una excursión muy chula, y sencilla para ir con niños. Y sí te la explica Mariajo, la guía de la Comarca, te quedas prendada.
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Tendremos que volver a hacer el recorrido cuando este verano vuelvan a organizar las Visitas Guiadas de la Comarca a nuestro entorno.
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