Aprovechando la escapada que hicimos por motivo de la semana blanca, en la que visitamos los bienes del Monasterio de Sijena, nos alargamos hasta la ciudad de Barbastro.
Hacía tiempo que no visitábamos la capital de la comarca del Somontano. Barbastro está unida a sus viñedos y a las bodegas que se pueden encontrar alrededor de la ciudad, y que conforman la Denominación de Origen Somontano. En esta ocasión no visitamos ninguna bodega, pero es un plan que dejamos apuntado en nuestra agenda para realizar en que surja la oportunidad.
Esta vez nos centramos en visitar el centro de la ciudad, comenzando por la Plaza de Toros, dónde se encuentra el antiguo hospital de San Julián. En este edificio está el fantástico restaurante El Trasiego, que tiene en la planta superior el Museo del Vino. Desde ahí nos dirigimos hacia el Paseo del Coso, calle comercial de Barbastro y llegamos hasta la preciosa Plaza del Mercado.
Cerca se encuentra la Plaza de la Diputación, bañada por las aguas del río Vero, con una panorámica preciosa de unas coloridas viviendas.
Por último, pasando por la sede de la UNED, se llega hasta la Catedral y el Museo Diocesano. Este museo está a la espera de recibir el resto de Bienes que Cataluña tiene que devolver.
La catedral, dedicada a Santa María de la Asunción, es de estilo gótico con desarrollo renacentista. El retablo mayor posee un espectacular basamento de alabastro, y la bóveda de crucería mide 15 metros de altura. La catedral se puede visitar pagando una entrada de 4 euros.
Sin duda Barbastro tiene mucho que ofrecer, y es una muy buena opción para realizar una escapada de fin de semana.
