Con nuestro afán por conocer las catorce iglesias, únicas en el mundo del arte, que conforman la Ruta del Serrablo, quisimos visitar el pueblo de Orós Bajo, dónde se encuentra una de ellas, quizás la más tardía y románica de todas.
Orós Bajo es una localidad perteneciente al municipio de Biescas, en el Alto Gállego. Cuenta con una población que supera la decena de habitantes.
Orós Bajo creció al amparo de la calzada romana que unía el Valle de Tena con Huesca, siguiendo un trazado paralelo al río Gállego. Aquí, se supone que comienza el Valle de Tena.
En un paseo por sus calles se aprecian cuidadas casas y bonitos rincones.
A la iglesia se llega por un camino flanqueado de muretes de piedras, entre huertas y árboles, para atravesar un cementerio diminuto y acceder al atrio –añadido en época moderna– que guarece la entrada del templo.
Está fechada en el primer cuarto del S. XI. Es una de las construcciones más modernas del grupo ya que la mayoría de ellas se levantaron en el S. X. La preciosa iglesia parroquial está dedicada a Santa Eulalia.
En el muro sur se abren tres ventanas desiguales en arco de medio punto. En el exterior del ábside, que tiene contrafuertes en la zona de unión con la nave, hay siete arcadas murales, de las que destaca su cuidada elaboración, presentando en la central una ventana abocinada de medio punto.
El otro tesoro que cuenta Orós Bajo, es su cascada escondida entre las profundas paredes del barranco d´os Lucas.
(De dicha cascada ya hablamos en una entrada anterior).
Y, no nos olvidamos de su parque infantil, justo al lado del aparcamiento de la cascada, que también hablamos en otra entrada.
Muchos atractivos que hacen de Orós un pueblo con mucho encanto.
