Jugar a ser médicos es, junto a jugar a las cocinitas, a ser profesor o jugar a mamás y papás, uno de los entretenimientos más típicos dentro del juego simbólico.
Denominamos juego simbólico, cuando los niños reproducen acciones de la vida cotidiana, además de adquirir los roles de las personas que ven a su alrededor. Esto les ayuda a comprender mejor cómo funciona el mundo que les rodea representándolo.
La profesión de sus padres o familiares siempre es un modelo para ellos.
Estas Navidades, otro de los regalos que le trajeron los Reyes Magos a Martín, fue un maletín de médicos.
Jugando a los doctores reproducen esas situaciones que ellos han vivido cuando van al pediatra, al alergólogo o al enfermero. De esta manera, van perdiendo el miedo que les produce esta situación y normalizando dichos momentos.
Además, es perfecto para conocer las herramientas más usuales que usan los doctores y saber para qué sirven. Por ejemplo, conocen el otoscopio para mirar los oídos, el estetoscopio o fonendoscopio para auscultar, el termómetro para tomar la temperatura…
Con el maletín de médicos, los niños pueden jugar con sus muñecos o peluches, pero lo que realmente le gusta a Martín es convertirse en el doctor en casa y “curar” a sus papás y abuelos.
