Un pueblo que sentíamos curiosidad por visitar es Ibort, y por unas razones u otras nunca lo habíamos hecho, hasta este verano que nos acercamos una tarde.
Ibort es una pequeña localidad perteneciente al término municipal de Sabiñánigo, en la Comarca Alto Gállego. Está situado al sur de Sabiñánigo, y se accede por la antigua N-330 desde la rotonda de acceso al Vertedero de Bailín.
Ibort fue abandonado en los años 50-60, y no fue hasta mediados de los años 80, cuando un grupo de personas trataron de recuperar el pueblo. Se encontraron con ciertos problemas ya que, al haber sido abandonado, en ese momento pertenecía al Gobierno de Aragón, y tras una dura negociación, se les permitió recuperar el pueblo y vivir en él durante un periodo de 20 años.
Ahora se ha convertido en un bonito pueblo, rodeado de bosques, con casas muy arregladas. Nada más llegar, llama mucho la atención un rebaño de cabras que miran curiosas, y sobre todo, los cuidados huertos.
Las calles continúan sin estar asfaltadas, algo que le da un aspecto más auténtico al pueblo y recuerda lo que un día fue.
Actualmente se ve un pueblo lleno de vida.
La iglesia parroquial es del siglo XVI y tenía un retablo dedicado a San Lorenzo. Dicho retablo se encuentra en la actualidad en la iglesia de Senegüe en su altar mayor.
Como curiosidad, con la rehabilitación del pueblo, el templo fue reconvertido en centro multifuncional, albergando incluso un rocodromo en su interior, conservando las policromías de sus fachadas y techos.
¡PUEBLOS VIVOS!
