Hoy queremos hablar de una bonita excursión que hicimos a primeros de agosto, a un lugar lleno de historia…
Partiendo de San Julián de Basa hacia el cruce de Orús y Fanlillo, en unos 200 metros a la derecha, se encuentra una pista que, tras cruzar el río Basa, va ascendiendo adentrándose en la Sierra del Portiello, donde discurre paralelamente el barranco de Ballarán.
En una media hora aproximadamente, se encuentra una pequeña explanada donde se haya escondida, en medio del bosque, los restos de una ermita. Parece ser que también se asentaba un antiguo monasterio del que no hay restos pero sí documentos datados en 1036. Se sabe que este cenobio era dependiente del monasterio de San Juan de la Peña.
La ermita, datada del siglo XVII, ha sido restaurada por la Asociación Cultural O Zoque, en su estructura pero no la cubierta, de la que carece.
Era un edificio de planta rectangular, con la cabecera ligeramente más estrecha y baja, orientada hacia el este. Estaba realizado con aparejo de mampostería asentada en seco, reforzada por piezas más grandes y regulares en las esquinas. La cubierta era de losas y a dos aguas.
La portada, situada en la fachada sur, era en arco de medio punto rebajado. En la misma pared hay una pequeña ventana abocinada.
Un capitel procedente de esta ermita, se conserva en el Museo Ángel Orensanz de Sabiñánigo.
El día 15 de agosto, conmemorando la Asunción de la Virgen, se celebra una romería.
Otros datos curiosos, tanto de la ermita como del monasterio, se recogen en un panel informativo, que se encuentra al inicio de la explanada.
Si se continúa por la senda, se llega hasta el pueblo de Cerésola.
“SANTA MARÍA DE BALLARÁN, un secreto guardado desde hace mil años”
