Cuando estuvimos visitando la Feria de las Brujas de Sallent de Gállego, no dejamos escapar la oportunidad de acercarnos a la estatua del Gigante de Sallent, que se exhibe en la plaza del Ayuntamiento.
Martín se quedó impresionado de la altura que tiene esta estatua, y nosotros también al imaginarnos estar junto a una persona tan alta, y más en una época en que las personas eran más bajas en general.
Fermín Arrudi, que es como se llamaba el Gigante de Sallent, nació un 7 de julio de 1870. Hijo de una familia de estatura normal, fue un bebé no muy alto, pero a la edad de 11 años, tuvo unas fiebres muy altas, y a partir de ese momento creció exponencialmente hasta alcanzar la altura de 2,29 metros y 180 kilos de peso.
Fermín Arrudi tenía una fuerza muy superior al resto y podía hacer el trabajo de varios hombres.
Pero lejos de su aspecto rudo, se trataba de una persona tierna, solidaria y muy cercana, a pesar de todas las dificultades que se tendría que enfrentar al no haber nada adaptado en su época, para personas tan altas.
Además de todo esto, tenía aptitudes para la música. Era buen cantante de jotas y sabía tocar varios instrumentos musicales. Todo esto unido a lo extraordinario de su cuerpo, hizo que pudiera ganarse la vida exhibiéndose por muchas ciudades de España, Europa, América o África.
Se han escrito libros sobre su vida, un cuento de la editorial Garabato Books, que gusta mucho a los niños. También se han realizado documentales y, como hemos dicho al principio, una escultura creada por el jaqués Pedro J. Larraz, en el año 2014.
Si se va a Sallent es obligatorio hacerse una foto con la escultura y compararse en altura con el Gigante de Sallent.
