En nuestro puente de Todos Santos por tierras turolenses, nos topamos con esta maravilla en la carretera, el puente romano de Luco de Jiloca.
Este puente romano se encuentra en la localidad turolense de Luco de Jiloca, la cual pertenece al término municipal de Calamocha, situado sobre el cauce del río Pancrudo, cerca de su desembocadura en el río Jiloca
Dicho puente, también conocido como el Puente de Entrambasaguas, está formado por tres ojos en arco de medio punto, siendo el central más grande. Entre los ojos laterales y el central hay otros dos arcos con su base más alta que el cauce del río, a modo de aliviaderos para que en las grandes crecidas la construcción no sufra tanto el empuje de las aguas.
El puente formaba parte de la calzada romana que unía las poblaciones de Cesaraugusta (Zaragoza) y Cástulo, una próspera ciudad en época íbera y romana, antigua capital de la Oretania y con una gran actividad minera.
Pertenece a la etapa alto imperial romana, fechado entre los S. I y II d. C.
Es el puente romano mejor conservado de Aragón y fue nombrado Bien de Interés Cultural de la provincia de Teruel.
Por su antigüedad ha sido relacionado con leyendas de dudosa veracidad, pero muy interesantes desde un punto de vista literario, como las elaboradas por Manuel Pascual Guillén en su libro «La peña de Lug».
¡Nos encantan los puentes!
