En nuestro viaje por la Laguna de Gallocanta, pasábamos mucho por el municipio de Calamocha y una tarde paramos a hacer una visita y a probar el estupendo jamón.
Calamocha es un municipio, el cual es la capital administrativa de la comarca del Jiloca en el noroeste de la provincia de Teruel, a 70 km de Teruel capital. Cuenta con una población aproximada de 4500 habitantes.
Se trata de una ciudad de paso desde la antigüedad; se alza en medio de la extensa llanura del Jiloca, en la margen derecha del río Jiloca.
Su excelente situación geográfica propició que en el pasado fuera un importante enclave fortificado. De hecho, fue ciudad de paso del Cid en su camino a tierras valencianas.
De aquellos torreones y castillos no quedan restos, pero su casco urbano ofrece al viajero numerosas sorpresas, entre ellas, pequeños palacetes de estilo aragonés, donde antiguamente vivían las familias nobles y más adineradas de la zona.
Otra de las joyas patrimoniales de la localidad se halla a las afueras. Se trata de un bello puente romano, construido en el siglo I d.C., rodeado de un hermoso paraje.
Otro de los atractivos de Calamocha es probar, en alguno de sus restaurantes, el Jamón de Teruel, o comprarlo en su variedad de comercios dedicados a la venta. ¡Delicioso!
Dentro del patrimonio religioso, destaca la Iglesia Parroquial de Santa María La Mayor y su espléndida torre.
Otros edificios y monumentos importantes son los siguientes: Las ermitas de San Roque, Santa Bárbara y Santo Cristo del Arrabal y el convento de San Miguel Arcángel. Mención aparte, por su valor identitario es el crucero o peirón de la plaza y la estatua del bailador.
¡Calamocha es más que jamón!
